Las agendas urbanas están llamadas a garantizar la participación de diferentes instituciones y agentes para asegurar el alineamiento de sus diferentes visiones. En un Estado fuertemente descentralizado como es el español no cabría pensar en marcos estratégicos para un desarrollo territorial y urbano sostenible sin el papel clave de las Comunidades Autónomas. Son ellas, además, las que ostentan las competencias más directamente relacionadas con la configuración de los fenómenos urbanos y sus territorios. Y es claro que, ante las cada vez mayores dimensiones de los retos que afrontan las ciudades, las llamadas por Naciones Unidas “Agendas urbanas subnacionales” son herramientas clave para garantizar la gobernanza multinivel.
Hasta el momento son pocas las Comunidades Autónomas que han abordado el reto de dotarse de una Agenda urbana propia. Probablemente, la escasa dimensión alcanzada por los instrumentos de ordenación territorial tenga que ver con este desarrollo a todas luces escaso. De ahí que las pioneras tengan un valor adicional.
Salvo en el caso de Cataluña, en el que la Agenda Urbana tiene un sesgo esencialmente digital y verde (son las dos grandes transiciones que se plantea), en el resto se plantea fundamentalmente la construcción de una nueva relación entre lo urbano, lo natural y lo rural. Es el caso del País Vasco, de Asturias y de Extremadura, por ejemplo. En este último caso, Extremadura, fue su Ley la que alineó con los objeticos de la AUE dotándola de un carácter normativo e inspirador que al vez, condiciona y vincula. La Comunidad Valenciana centra sus trabajos en una visión más didáctica e integradora, con la finalidad de convertirse en un referente o guía al servicio de los municipios valencianos para orientarlos en la elaboración y coordinación de políticas públicas, y en su alineación con los objetivos propios de la Agenda regional y los ODS de la Agenda 2030. También en esa misma línea se orientan los trabajos de la Comunidad canaria, que incluye una metodología propia para la redacción de los Planes de Acción Local de implementación de la AUE en el contexto territorial del archipiélago canario. Por su parte, la Junta de Andalucía habría optado por un modelo híbrido en el que las misiones principales son dos: aprovechar eficazmente las posibilidades que ofrecen las ciudades al progreso y bienestar de la sociedad y preparar a los municipios a desenvolverse con solvencia en un contexto condicionado por la complejidad de los retos: cambio climático, movilidad, desigualdad social y territorial, acceso a la vivienda, crisis económicas y financieras, desafección, presión sobre los recursos naturales, etc.
Tan interesantes son las iniciativas pioneras, no obstante, como el conocimiento de las razones por las que otros Gobiernos autonómicos no consideran necesario o aconsejable dotarse de este instrumento que permite dotar a la gobernanza multinivel del necesario escalón territorial intermedio y aquellos otros que, como en el caso de Castilla-La Mancha estudian abordarla desde una perspectiva más funcional. De ahí que la Mesa redonda plantee conocer todas las posibles situaciones.
Modera: Nuria Matarredona, directora general de Agenda Urbana y Arquitectura, Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana
El moderador, tras una breve introducción y presentación de los ponentes, dará paso a intervenciones de no más de 7 minutos respondiendo a las preguntas que se hayan identificado para cada uno de ellos relacionadas con su especificidad.
A continuación, el moderador planteará, según su criterio, cuestiones relativas a aspectos que serán comunes para todos con el objetivo de dar lugar al debate:
Durante los últimos 20/30 minutos se cederá la palabra a la fila cero.
